
No recomendada para: No se me ocurre a quien no pueda gustarle pero supongo que a quienes se aburren si no ven explosiones, mujeres en poca ropa o líos románticos.
Calificación:
Como les decía en la reseña anterior (la de El Peleador), las películas que están basadas en hechos reales o que son biográficas tienen ese "sabor" especial que sólo la historia les puede otorgar. Me refiero a que uno como espectador esta consciente de que lo que está viendo fue real, así que además de pasar un buen rato, también aprendemos algo. Este es el caso de una de las cintas favoritas para llevarse el premio grande en los Oscares, El Discurso del Rey, película que gira en torno a una de las figuras políticas más importantes del siglo pasado para Inglaterra: el rey Jorge VI.
El príncipe Albert (Colin Firth) lleva años tomando toda clase de terapias y tratamientos con los mejores médicos y especialistas del país, para solucionar su problema de tartamudez pero ninguno ha funcionado. Albert se ha rendido pero su esposa, Elizabeth (Helena Bonham Carter), está decidida a hacer un último intento. Ella acude a Lionel Logue (Geoffrey Rush), un excéntrico hombre cuyos métodos poco tradicionales han curado a muchas personas con el mismo problema que Albert. Al inicio, el príncipe desconfía de Lionel, pero con el tiempo y a medida que Albert va ganando el control sobre su habla, los dos hombres comienzan a hacerse amigos. Con la muerte del rey Jorge V, la abdicación del trono por parte de su hermano David (Guy Pearce) y la inmimente guerra con Alemania, Albert necesitará más que nunca de la ayuda de Lionel para convertirse en el líder y monarca que su pueblo necesita.



ADVERTENCIA: Los siguientes párrafos contienen información esencial acerca de la trama de la película.
Me latió:
1. La química entre Albert y Lionel es muy buena y sumamente divertida. Por un lado el príncipe es toda seriedad y formalidad, mientras que el otro es irreverente y le vale madres el protocolo. Igual le habla de "tú" al príncipe, que se sienta en la silla del rey, para Lionel nada de eso importa.

3. Se toca el tema de la Segunda Guerra Mundial pero es meramente circunstancial y no profundizan mucho en ello, lo cual es bueno porque de lo contrario se hubieran salido por la tangente.
4. El discurso final de la película cuando Jorge VI se dirige al pueblo para avisarles que están en guerra con Alemania y motivarlos a luchar. Todos los elementos que forman parte de esta secuencia están perfectamente cuidados, los gestos de la gente, las reacciones, las pausas en el discurso, el discurso en sí, en realidad todo es perfecto.

Llevo varios minutos haciendo memoria, pensando en algo que no me haya gustado de la película, pero la verdad es que no recuerdo ni tampoco se me ocurre nada.
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