jueves, 16 de febrero de 2012

La invención de Hugo Cabret (Hugo, 2011)


Recomendada para: Amantes del cine (es un must) o los que hayan disfrutado de películas como Descubriendo Nunca Jamás(Finding Neverland).
No recomendada para: Si te aburren las películas familiares o si tienes niños chiquitos y crees que vas a ver una película fantástica como Narnia o la misma historia de huerfanitos al estilo de Oliver Twist.
 Estamos a la mitad de la temporada de las entregas de premios a lo mejor del cine. Eso quiere decir que en los meses subsecuentes tendremos buenas películas exhibiéndose. Entre éstas se encuentra Hugo, la más reciente cinta del galardonado Martin Scorsese. Hugo lleva -al día de hoy- sesenta y cinco nominaciones y veinticinco premios, incluyendo un Golden Globe a mejor director. Merecidísimos. Aunque la publicidad y las distribuidoras mexicanas se han empeñado en venderla como película para niños, en realidad no lo es; si bien se trata de una cinta familiar, habrá cosas que a los niños -sobre todo los pequeños- no les parezcan tan emocionantes como podrían parecernos a algunos adultos.

Hugo Cabret (Asa Butterfield), un huérfano que vive escondido en las paredes de la estación de trenes de París, es un niño con muchos problemas. Su mayor preocupación es robar piezas y engranes pequeños al juguetero, Papa Georges (Sir Ben Kingsley), sin ser atrapado por el inspector de la estación (Sacha Baron Cohen). Como es de esperarse, Hugo no se sale con la suya por mucho tiempo; es sorprendido por el mismo Papa Georges, quien confisca las piezas que ha robado y una libreta con diagramas e instrucciones. Hugo hace hasta lo imposible para recuperar su libreta, y así conoce a Isabelle (Chloë Grace Moretz), una niña ratón-de-biblioteca, ahijada de Papa Georges. Y es que sin la libreta, Hugo no puede terminar de armar un autómata, un muñeco con un mecanismo de cuerda complicadísimo, cuya función es escribir. El autómata fue el último legado del relojero (Jude Law), padre de Hugo, antes de morir trágicamente en un incendio. Hugo e Isabelle se involucrarán en una “aventura” de descubrimientos literarios y cinematográficos hasta revelar el secreto que guarda el pasado de Papa Georges. 

No les puedo contar mucho más de la trama porque les arruinaría la sorpresa pero, para quienes realmente disfrutan del cine, esta película es imprescindible; no nada más por lo bien realizada, bien escrita, bien dirigida y bien actuada que está, sino porque habla bastante de los inicios del séptimo arte e incluye footage original de la época. La película se disfruta de principio a fin: desde las escenografías y arte cuidadosamente diseñados; las pequeñas referencias a otras películas, a la cultura de los 30, a la literatura y, sobre todo, al cine; la música; la iluminación; los encuadres... en fin, todo. No esperábamos menos de un gigante de la industria con más de cincuenta años de experiencia detrás de las cámaras. 

Las actuaciones son geniales, la experiencia y gran talento de Ben Kingsley le dan a la película una sensibilidad bastante especial, y Asa Butterfield demuestra ser un niño-promesa en esto del showbiz. Sacha Baron Cohen, quien ya ha demostrado ser bastante camaleónico y versatil, una vez más nos sorprende con una interpretación completamente diferente a las que ya le hemos visto en papeles grotescos como Borat, o en personajes un poco más serios como Adolfo Pirelli en Sweeney Todd. Por último, mi mención especial para Mama Jeanne, la esposa de Papa Georges, interpretada por Helen McCrory (para que la ubiquen, es Narcissa Malfoy en las últimas tres pelis de Harry Potter); tiene una de las escenas -a mi gusto- más tiernas de la cinta. Y bueno, siempre es un gran placer ver a Christopher Lee y a Jude Law aparecer en pantalla, aunque sea en papeles pequeñitos. A pesar de esto no todo es miel sobre hojuelas y, por muy triste que sea admitirlo, la actuación de Chloë Grace “Hit Girl” Moretz sí se quedó corta comparada con la de sus coestrellas.

Una cosa más: vayan a verla en 3D. Esta es la primera vez que Martin Scorsese dirige una cinta con esta tecnología (hasta lo hizo con los lentes en 3D puestos encima de sus enormes y muy característicos lentes de pasta negra) y el resultado fue verdaderamente maravilloso; nada de esas payasadas de “¿Qué haremos con el 3D? ¡Ya sé! Dejemos caer un frasco de canicas hacia el público para aprovechar el efecto”. Realmente Scorsese logró que los espectadores se sientan dentro de la película desde que empieza; nos lleva casi de la mano con los personajes por los andenes de la estación y por las calles de París. Sólo una vez he visto 3D tan bien hecho antes y fue con Avatar de James Cameron. Por cierto que hasta el mismo Cameron felicitó a Scorsese por su excelente manejo de esta tecnología; calificando a Hugo de obra maestra, incluso mejor que su propia cinta.

¿Conclusión? ¡Corran a verla! Es una suerte que las películas nominadas a los Óscares estén llegando a nuestro país antes de la entrega de premios; no sabemos si es el inicio de una muy conveniente tradición o si es un fenómeno del tipo del cometa Halley, así que aprovechen y véanla, que la contienda va a estar bastante interesante. Y bueno, si esto de las entregas de premios no es lo suyo, de todas maneras vean la película; en verdad les digo que hace mucho que no disfrutaba de una película familiar tanto como disfruté de Hugo.

Ana Sthal @anasthal

Me latió: 

1. El misterio de Papa Georges es su apellido (y todo lo que éste pesa): se trata nada más y nada menos que de Georges Méliès; el padre de la edición y los efectos especiales en cine allá por principios del siglo XX. La película cuenta bastante bien de quién se trata, así que no es como un mensaje oculto para conocedores del cine (como pasó un poco con Midnight in Paris de Woody Allen), sino una buenísima presentación de Méliès para los que no lo conocen. 

2. La actuación de Ben Kingsley en la escena en que Papa George cacha a Hugo e Isabelle husmeando entre sus viejos dibujos. Se me rompió el corazón. 

3. No sé ustedes, pero yo me encontré algunas referencias visuales a Harry Potter; sobre todo con los actores: Frances McDormand (que en Potter es Madame Maxime), Richard Griffiths (el asqueroso tío Vernon), y hasta un gato igualito a Crookshanks que sale por ahí acurrucado en la librería.

No me latió:

1. Christopher Lee y Jude Law tienen papeles super chiquitos. No es que esté mal pero, como dije antes, siempre disfruto verlos en pantalla.

2. La actuación de Chloë Grace Moretz está bastante equis; se ve que estudió mucho a Lisa Simpson para preparar su personaje.



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