Recomendada para: fans de la ciencia
ficción o si te gustaron cintas como Donnie Darko o hasta Inception.
No recomendada para: si son las tres de
la mañana y, en vez de dormir como Dios manda, te vas a poner a ver
la peli; si las cintas complicadas no son lo tuyo o si te da flojera
andar pensando en el cine.
OK, de entrada les digo que esta cinta
ya llegó a mi top 10 de ciencia ficción de la vida, así de simple.
Confieso que no tenía ni idea de a qué iba al cine, sólo sabía
que iba a ver a mi novio Bruce Willis y a mi cuate Joseph
Gordon-Levitt y con eso me vendieron la idea. Cuando entré y me
senté en la butaca, antes de que empezara la proyección, le
pregunté a Diego: “Bueno, y esto ¿de qué se trata?” y
respondió “¡Ah! Es de ciencia ficción y...”. Empezó la
película, y ya ni tiempo hubo de que me enterara bien de qué se
trataba el asunto.
Sale Joseph Gordon-Levitt en pantalla
-¿Joseph Gordon-Levitt? ¿Neta? Qué raro se ve, ¿qué se hizo en
la cara?... Nah, no puede ser él- narrando la introducción. Corre
el año de 2044 y los viajes en el tiempo aún no se han inventado.
Pero dentro de treinta años alguien lo hará y, de inmediato, se van
a volver ilegales. En el futuro sólo las mafias los utilizan para
deshacerse de sujetos incómodos, ante la imposibilidad de ocultar un
cadáver, causada por los sistemas de rastreo super innovadores.
Dichas mafias mandan a sus condenados al pasado donde los espera un
looper, un matón a sueldo encargado de recibir al individuo
encapuchado y matarlo de un buen plomazo. El looper
recogerá su recompensa, en piezas de plata, amarrada a la espalda
del recién muerto. Hay una razón por la que los loopers reciben este nombre: si algo falla con sus “yos” del futuro, serán enviados al pasado, también encapuchados, para que ellos mismos lo maten, cerrando así el ciclo, el loop. La recompensa, en un caso como este, vendrá en piezas de oro y no en plata, y será suficiente para que el looper viva como rey por el resto de su miserable vida.
La
historia comenzará cuando un looper del futuro se le escapa a
su yo del pasado. Joe (Joseph Gordon-Levitt) aprenderá -de la manera
difícil- que las cosas en el futuro no andan bien. La cosa empeorará
cuando Joe, el del futuro (Bruce Willis), viaje al pasado y empiece a
causar destrozos en las líneas del tiempo. Y ya, no les puedo contar
más o les spoileo y, quizá, hasta los haré más bolas. Lo que sí
les puedo decir es que la película es un mindfuck total y que no
pude dormir esa noche por estar pensando en las mil líneas del
tiempo y posibilidades que se manejan en el guión. Si ustedes son
afectos a las cintas de viajes en el tiempo, se habrán dado cuenta
de la enorme y horrenda paradoja que presentan los viajes al pasado:
uno no puede volver en el tiempo y cambiar las cosas porque cambia el
futuro y puede volver imposible hasta su propia existencia (si no me
creen, pregúntenle a Homero Simpson, que en alguno de los episodios
de la Casita del Horror viajó a la era de los dinosaurios, mató a
un bicho, y cuando volvió a su presente las donas ya no existían).
Para ser una película que se basa en esta paradoja, Asesino del Futuro no metió la pata tan adentro como casi siempre ocurre;
hicieron un truquito por ahí para curarse en salud, cuidaron
muchísimo los detalles y salió un guión super inteligente. Dos
pulgares arriba para el director y guionista, Rian Johnson.
Hablemos
ahora de aspectos de actuación: Joseph Gordon-Levitt pasó,
también, a mi lista de actorazos preferidos por su interpretación
de Bruce Willis. No es nada más el maquillaje, es que Gordon-Levitt
se puso a estudiar al señor y logró imitar sus gestos a la
perfección, ¡es impresionante! Bruce Willis, como siempre, es
genial, simpático y, en esta ocasión, hasta un poco anti-heróico
(un poco porque, en realidad, no está muy claro quién es el héroe
y quién el villano... y, como en casi todos los futuros
cinematográficos, los personajes en general son medio lacras). La
cinta también cuenta con los talentos de la guapa Emily Blunt -cuya
capacidad para imitar acentos me seguirá impresionando siempre- Jeff
Daniels, pareja de Jim Carrey en Dumb and Dumber, y Paul Dano, el
hermano daltónico de Little Miss Sunshine. Además, el
talento revelación de la película -y, digo yo, del año- es Pierce
Gagnon, que interpreta al pequeño hijo de Emily Blunt y que trabaja
realmente bien.
En verdad no se pueden perder Asesino
del Futuro; mi hipótesis es que estará en la carrera para algunos
de los premios de este año. Y calculo que también se puede
convertir en una de las pelis preferidas para los amantes de la
ciencia ficción.
Me latió:
1. Ahora sí, la hora del spoiler: la
cantidad de posibilidades en las líneas del tiempo es
verdaderamente amplia Me encantaría que los lectores de esta
reseña se animen a dejarnos algunos comentarios con sus teorías al
respecto; la conversación puede ser muy buena. Me encantó que de
las primeras cosas que hiciera Rian Johnson con su guión fue
plantear dos puntos importantes -en la escena de Joe y Joe en la
cafetería-: primero, explicar lo que ocurre con los viajes en el
tiempo no es para nada sencillo; haría falta una conversación
larga y dibujar muchos diagramas (cosa que desde que salimos del
cine empezamos a hacer). Segundo, existe por ahí una teoría de
universos paralelos -que, por cierto, ya se mencionó en la cinta
Men in Black 3 y que me recordó muchísimo al personaje que ve las
interminables posibilidades de las realidades alternas- gracias a la
cual, casi cualquier cosa en la película es factible. De ahí que
mencionara más arriba que las metidas de pata no fueron tan graves
y que se curaron en salud desde antes.
2. El Rainmaker. ¡Oh por Dios!
Pierce Gagnon me dejó helada con su interpretación del adorable
niño macabro que si se enoja hace estallar al prójimo. Me encantó
también que amarraran el detallito al parecer insignificante del
inicio de la cinta, en el que mencionan que algunos humanos mutaron
y tienen capacidades telequinéticas, con Sid que, en el futuro,
será el peor asesino que el mundo haya visto.
3. La cuestión héroe-villano. No sé
ustedes, pero para la primera mitad de la peli yo le iba a Bruce
Willis, me encantaba la idea de la misión para rescatar al amor de
su vida. Al final, me pareció hasta medio malvado, egoísta y, en
cambio, su versión del pasado me encantó como héroe. En realidad
ninguno de los dos resulta completamente heroico ni completamente
malvado, todo depende del cristal con que se mire... como casi todo
en la película.
4. La historia de amor de Bruce
Willis. Mi lado cursi ha hablado.
No me latió:
1. El personaje de Jeff Daniels, Abe,
es todo un misterio y, en realidad, una mala pieza en el
rompecabezas. Creo que si hay algo que le da en la torre a la onda
del viaje al pasado sin paradoja es él, porque jamás nos mencionan
a su yo del pasado, y tiene la edad suficiente como para haber sido
un chavo de veintitantos años de edad.
2. Paul Dano sale como cinco minutos,
muchas gracias. No es que eso haga que la peli sea mala ni nada, es
que a mí el cuate me cae bastante bien desde que vi Little Miss
Sunshine.