viernes, 22 de octubre de 2010

Una Cena para Tontos (Dinner for Schmucks, 2010)

Recomendada para: Fans de las comedias bobas como El Mundo Está Loco Loco (Rat Race) o Una Pareja de Idiotas (Dumb and Dumber).
No recomendada para: Si sientes que este tipo de humor es intelectualmente ofensivo o si eres fan de la obra de teatro.
Hace como 3 años me invitaron a ver una obra que montaba un pequeño grupo teatral y que llevaba por título "La Cena de Tontos". En aquella ocasión disfruté mucho de la obra, pues aunque su trama era simple, la serie de enredos que se iban presentando eran excelentes. Fue una sorpresa cuando en el cine ví el poster de una película que llevaba casi el mismo título y comencé a preguntarme si acaso sería una adaptación de aquella entretenida obra teatral que años atrás había visto. Resultó ser que sí (más específico, es remake de una cinta francesa que a su vez es adaptación de la obra), pero no se trata de una adaptación común y corriente, NO, se trata de uno de esos churrazos de la comedia gringa que, aunque pueden ser divertidos, pecan de estúpidos.

Tim (Paul Rudd) es un ambicioso ejecutivo que gracias a su esfuerzo y dedicación está a punto de ser ascendido en su trabajo. Para lograrlo simplemente debe conseguir que un importante cliente invierta su dinero con ellos y participar en una cena "especial" organizada por su jefe en la que cada invitado debe llevar a un(a) idiota consigo para que todos los demás puedan burlarse de él/ella. Al principio Tim no parece estar muy convencido, pero rápidamente cambia de parecer cuando en la calle conoce a Barry (Steve Carell), un auténtico perdedor cuyo pasatiempo favorito es disecar ratones para interpretar obras o escenas famosas. A partir de ese momento, la vida perfecta de Tim se volverá un auténtico caos, pues Barry es un imán de problemas.

A pesar de que el argumento es muy simple, la película tiene muchos problemas para hacer cuajar la trama. Chistes y personajes exageradamente tontos y un ritmo bastante inconsistente son los principales problemas, pero el más grave sin duda fue el tomar una obra de teatro pensada para 1 hr aprox e intentar estirarla para durar el doble. Debido a lo anterior la cinta carece por completo de dirección y rumbo, pasan 40 minutos y el espectador no tiene forma de saber hacia donde va la cosa. Por si fuera poco, al final la cinta todavía se atreve a sugerir que hay una moraleja y un mensaje optimista buena ondita.....FAIL.

Las actuaciones no tienen nada de especial y más bien creo que se desperdició el talento de los protagonistas. Steve Carell se ha convertido en uno de los cómicos favoritos de todo mundo gracias a su carisma y talento innatos. Lamentablemente su personaje se siente forzado, no es el Steve Carell que estamos acostumbrados a ver y me temó que de seguir así le suceda lo mismo que a Jim Carrey, quien abusó de la comedia al grado de volverse INSOPORTABLE. Paul Rudd lo hace bien, sin pena ni gloria y se mantiene dentro de los límites de lo tolerable. La sorpresa de la película es Zach Galifianakis (el gordito de The Hangover) quien con su muy particular sentido del humor es quien aporta los mejores momentos. Otro que hace un muy buen papel es el cómico inglés David Walliams, quien interpreta al suizo millonario al que Tim debe convencer de firmar con su compañia. Jemaine Clemente es quien de plano no da una, su personaje -Kieran- es un MUY MALA imitación de Aldous Snow (Forgetting Sarah Marshall). Bravo Jemaine, te has ganado tu lugar en el Salón de la Infamia de Hollywood, espero sinceramente que ganes en los Razzies el próximo año. El resto del reparto lo hace "bien" (dentro de lo que cabe) y está integrado por Stephanie Szostak en el papel de Julie (la novia de Tim), Bruce Greenwood como el jefe de Tim y Lucy Punch como la excéntrica y alocada Darla.

En conclusión, Una Cena para Tontos es una película que teniendo todo para ser una buena comedia, se conformó con lo mínimo. Si lo que buscan es reír por el mero gusto de hacerlo, la cinta puede resultar de su agrado, de lo contrario evítense corajes y no la vean. Por último quiero hacer una petición a Steve Carell: por lo que más quieras Steve ¡¡¡NO te conviertas en el próximo Jim Carrey!!! Odiaría tener que odiarte por ello.

ADVERTENCIA: Los siguientes párrafos contienen información esencial acerca de la trama de la película.

Me latió:

1. El personaje de Zach Galifianakis es excelente, desde su forma de vestir (usa una capa) hasta el tono de voz que emplea, Therman resulta desagradable pero es sin duda uno de esos personajes por los que en el futuro todos recordaremos a Galifianakis (porque recordar su apellido no es tan fácil).

2. En la versión teatral la cena nunca ocurre, lo cual me dejó siempre con la duda de que habría sucedido si los personajes sí hubieran acudido a la cena. La película en cambio sí nos muestra lo ocurrido y reconozco que fue de lo mejorcito. Lástima que también sea la escena previa al final donde todo se va al carajo.

3. Barry confundiendo a Nelson Mandela con Morgan Freeman fue realmente gracioso.

No me latió:

1. Teniendo en cuenta el tipo de película que es, 2 horas de duración es rídiculo y para algunos será una tortura.

2. A la fecha, se trata de la peor actuación de Steve Carell. Forzadísima, exagerada a más no poder, sencillamente absurda y estúpida. Me queda claro que la intención del personaje es desesperar a todo mundo, pero en verdad se pasaron de la raya.

3. El mensaje "buena ondita" al final de la película, así de "la amistad es lo más valioso", "todos somos ganadores", "no te burles de los demás, todos somos personas y merecemos respeto". Ya sólo les faltaba el "¿tienes el valor o te vale?" para rematar.

4. Kieran, uno de los personajes más infames y chafas que el mundo jamas haya visto. Ya chole con el copiadero de personajes, ¿no? Innoven, no roben.




viernes, 8 de octubre de 2010

Hidalgo. La Historia Jamás Contada (2010)

Recomendada para: Si el morbo de saber como "supuestamente" fue Hidalgo te llama la atención.
No recomendada para: Quienes esten hartos del Bicentenario, de la historia de México o quienes esperen una cinta épica sobre la guerra de Independencia.
Aunque a Miguel Hidalgo lo llamamos el Padre de la Patria, en realidad poco (si no es que nada) se sabe acerca de la vida de este personaje. Incluso, recientemente aprendí que la imagen que todos conocemos de Hidalgo (esa del viejito de gesto amable, medio calvo y canoso) ni siquiera es suya. Partiendo de esta idea, Eduardo Mendoza se dió a la tarea de escribir una historia, ficticia pero bien documentada, para que pudieramos imaginarnos como fue Hidalgo en vida, la clase de persona que era y todo aquello que lo motivó a levantarse en armas aquel día de septiembre de 1810. El resultado no es malo, pero dista mucho de ser la gran cinta mexicana que el corto, los medios y el Bicentenario nos prometían.

Encarcelado y condenado a muerte, Miguel Hidalgo (Demián Bichir) pasa sus últimos días reflexionando y recordando su vida, la gente que conoció, los lugares que visitó, etc. De entre todos sus recuerdos hay uno que sobresale: cuando fue párroco del pequeño poblado de San Felipe, lugar al que fue enviado como "castigo" por su conducta revoltosa y escandalosa. Cansado de las calumnias en contra de su persona y de las injusticias que aquejan a la sociedad, Hidalgo organiza a los habitantes del lugar para montar un obra de teatro -basada en los textos de Moliere- para burlarse y denunciar la situación.

El guión de la película no es malo, de hecho cumple sin pretensión alguna su objetivo: presentar una teoría de como es que pudo ser la vida de Hidalgo. Es importante dejar en claro que lo que verán no es 100% VERÍDICO, no se vayan a ir con la finta. Tampoco van a ver el "famoso" Grito de Dolores, ni la toma de la Alhóndiga de Granaditas, ni ningún tipo de batalla épica, ni nada por el estilo. Lo anterior no significa que la película no tenga chiste o que sea aburrida, al contrario, el trabajo de investigación es lo suficientemente bueno para que el público se sienta trasnportado a esa época. Adicionalmente, el guión cuenta con una buena dosis de humor que relaja bastante el ritmo de la cinta y no se siente pesada aún cuando ésta dura cerca de 2 hrs.

El reparto de la película cuenta con grandes talentos por lo que las actuaciones están bien e incluso hay un par que destacan. Demián Bichir nos brinda una actuación bastante decente que en ciertos momentos es muy buena, pero que en otros nomás no le salió y se ve mal. Quizás sus fallas se deban a la exaltación exagerada del personaje, pues es el único que se llega a sentir falso en cuanto a su forma de ser. Ana de la Reguera interpreta a Josefa Quintana, una mujer de quien Hidalgo se enamora a primera vista. Ana en esta ocasión brilla por su ausencia, aparece poco en pantalla y las veces que lo hace no son precisamente los momentos cumbre de la cinta. Por el contrario, Cecilia Suárez, quien también sale poco, hace gala de su gran talento y brinda una actuación sólida y bastante divertida. Ella interpreta a Amadita, una mujer obesionada con seguir los pasos de una santa, pero que después de la aparición de Hidalgo, decide unirse a su grupo de liberales. La otra actuación destacada, es la de Gerardo Trejo Luna, quien interpreta al "malo" de la historia. Su personaje, el clérigo Ramírez, es un hombre sumamente religioso, envidioso e hipócrita, la encarnación de todo lo que estaba mal (y sigue estando) en la Iglesia. El resto del reparto lo integran personalidades como Juan Carlos Colombo, Marco Antonio Treviño, Juan Ignacio Aranda y Raúl Méndez.

El punto más fuerte de la película sin duda tiene que ver con la ambientación, es decir, vestuario, escenografía, locaciones, etc. Es aquí donde se nota que alguien sí hizo bien su tarea porque hasta los más pequeños detalles como el uso de chiqueadores (esos como lunares que traen las mujeres en la sienes para aliviar el dolor de cabeza) fueron tomados en cuenta para mantener el efecto de la época. Donde la cinta cojea un poco es en las locaciones, ya que si bien se fueron a filmar a algún lugar con edificios coloniales, muchos de estos están tan deteriorados que se nota a leguas en la pantalla que no se realizó ningún trabajo de restauración en ellos.

En conclusión, Hidalgo es una buena película si se le considera como lo que es, una historia ficticia situada a principios del siglo XIX. Esperar algo más de ella sería un error, así que quienes lo hagan no se sorprendan de salir decepcionados de la sala de cine. A pesar de no ser la mejor película mexicana, Hidalgo sale bien librada en esta temporada de festejos bicentenarios, donde la mediocridad fue la gran constante, y lo hace de gracias a que tiene lo necesario para entretener al público.

ADVERTENCIA: Los siguientes párrafos contienen información esencial acerca de la trama de la película.

Me latió:

1. La caracterización de los personajes históricos está muy bien cuidada. Aunque en la mayor parte de la película vemos a un Hidalgo mucho más joven al que las monografías y libros de texto nos han acostumbrado, en las escenas de su "vejez" el parecido es bastante. Morelos es otro cuya caracterización me agradó bastante, sí es igual a como al menos yo me lo imaginaba.

2. A pesar de ser ficción, la película hace referencia a varios momentos históricos reales. Por ejemplo: la persecución de los jesuitas decretada por la corona española (incluso vemos por ahí a Fray Servando Teresa de Mier) o la caída de la misma a manos de los franceses.

No me latió:

1. La personalidad que le dieron a Hidalgo, pues lo exaltan al grado de que casi casi parece un santo. En la cinta, es retratado como un hombre inteligente, bondadoso, humilde, justo, culto y liberal que no vacila ni un momento en defender sus creencias y actuar ante la injusticia y la desigualdad social....pffff. El resultado es que al final, pareciera que el único error y pecado de Hidalgo fue querérsela pasar muy bien todo el tiempo, vivir de fiesta y ser feliz.....NO MAMEN.

2. ¿Realmente era necesario el personaje de Ana de la Reguera? ¿Era necesaria una pseudo historia de amor intercalada en la trama principal? La respuesta es no, el romance entre estos 2 personajes no aporta nada y acaba sobrando. La verdad es que esto sólo sirvió de pretexto para encuerar en pantalla a Ana de la Reguera.

3. ¿WTF con el torero loco? Desconozco si éste personaje fue real pero seguramente no lo fue. Al principio cuando salió toreando me pareció X, pero cuando sale en otra escena matando españoles con su espada, con cara de psicópata y casi casi bañándose en la sangre de sus víctimas, ahí fue cuando me pregunté ¿en la mente de quién DIABLOS esto parecía ser una buena idea? FAIL.